La aerolínea de bandera kazaja y su filial de bajo coste FlyArystan transportaron un total de 7,53 millones de pasajeros en el periodo de 12 meses y generaron unos ingresos de 1.030 millones de dólares.
Peter Foster, Presidente y Consejero Delegado de la aerolínea, comentó los resultados: "El grupo superó significativamente las expectativas a pesar de los disturbios políticos en Kazajstán en enero y la invasión rusa de Ucrania en febrero. La pérdida de ingresos causada por el cierre de rutas hacia, desde y sobre Rusia se vio compensada con creces por el mayor despliegue de capacidad hacia Europa, Asia, India y el Cáucaso".
Foster también se mostró positivo sobre la aportación de la filial FlyArystan, que ha crecido un 366% desde su lanzamiento en 2019. Y añadió: "Tiene un gran futuro, ya que esta región tiene probablemente el mercado de viajes aéreos de bajo coste de más rápido crecimiento del mundo en la actualidad."

Si bien Air Astana espera que su trayectoria ascendente continúe este año, el CEO se mostró cauteloso sobre los "vientos en contra persistentes", señalando "las continuas limitaciones de la cadena de suministro y los recursos de los aeropuertos y proveedores de servicios, los problemas de fiabilidad técnica con los motores [Pratt & Whitney] PW1000 y la presión inflacionaria general sobre todos los recursos relacionados con la aviación."
Por otra parte, la aerolínea confirmó que reanudará los vuelos entre su centro de Astana y Pekín. Los servicios, dos veces por semana a partir del 18 de marzo, serán operados por Airbus A321LR y complementarán los enlaces existentes entre la capital china y Almaty. Estos últimos se introdujeron de nuevo el pasado noviembre, aumentando a cuatro veces por semana el 2 de marzo.