Air France ha revelado sus planes para acelerar la jubilación de sus Airbus A380, anunciando el "fin definitivo" de la explotación de este tipo de aviones en la compañía de bandera.
Inicialmente previsto para finales de 2022, el superjumbo se enmarca en la estrategia de simplificación de la flota del grupo Air France-KLM, que pretende hacerla más competitiva mediante la sustitución de los tipos por aviones de nueva generación.
Cinco ejemplares de la flota actual son propiedad de la compañía o están en régimen de arrendamiento financiero, mientras que otros cuatro están en régimen de arrendamiento operativo. Air France-KLM afirma que el coste de la retirada de este tipo de aviones y su amortización se estima en 500 millones de euros y se contabilizará en el segundo trimestre de 2020 como coste/gasto no corriente.
Antes de la pandemia del COVID-19, Air France operaba el A380 desde París/Charles de Gaulle en vuelos a Atlanta, Johannesburgo, Los Ángeles, Ciudad de México, Miami, Nueva York/JFK, San Francisco, Shangai y Washington/Dulles.
En diciembre del año pasado, la compañía hizo un pedido en firme de otros diez A350-900, con lo que el pedido total del tipo asciende a 38 ejemplares. En aquel momento, Benjamin Smith, consejero delegado del grupo, dijo que el avión se convertirá en "un activo fundamental de la flota de Air France".
Antes de la pandemia del COVID-19, la aerolínea de bandera operaba cuatro de este tipo, el último de los cuales fue entregado en febrero de este año.
