¿Podría nuestro atribulado sector invertir su suerte alquilando en lugar de comprando equipos de apoyo en tierra? Tom Batchelor investiga

En los últimos meses, el sector de la aviación ha luchado por conseguir titulares positivos. La escasez de personal ha provocado retrasos y cancelaciones de vuelos, y las largas colas han provocado las quejas de los pasajeros desde Stansted hasta Schiphol. Aunque el aumento de la afluencia de pasajeros que se observa en gran parte del mundo contribuirá a los futuros beneficios de los aeropuertos y otros operadores -y es motivo de celebración tras dos años catastróficos para el sector-, al menos a corto plazo, el aumento de la demanda está llevando a partes del sistema a un punto de ruptura. Si bien es cierto que el personal de los aeropuertos es el más afectado por el resurgimiento de los viajes aéreos, también lo es el suministro de equipos de apoyo en tierra (GSE).