
El Boeing modelo 377 Stratocruiser era un avión único y peculiar. Básicamente, el "Strat", como lo llamaban todos los que lo pilotaban, era un bombardero B-29 que Boeing había transformado apresuradamente en avión civil sustituyendo el fuselaje por una cabina de "doble burbuja" con capacidad para 40-60 pasajeros en el piso superior. Abajo, en el lóbulo inferior, había un bar al que se accedía por una escalera de caracol. Las alas y los motores Pratt & Whitney R-4360 "mazorca de maíz" eran originalmente los del B-29.
Originalmente" era, sin embargo, la palabra clave. Cuando el 377 se presentó ante la FAA para obtener su importantísimo certificado de aeronavegabilidad, no cumplía los criterios de pérdida de sustentación de este organismo. Al entrar en pérdida, el "Strat" tendía a dejar caer un ala. Esto no gustó nada a la FAA. A ese augusto organismo, en las pruebas de entrada en pérdida, le gustaba ver cómo caía primero el morro, y no el ala.
Se ideó