El primer avión comercial que superó el hito de las 1.000 unidades está a punto de cumplir 60 años desde su lanzamiento, y Sergio Goncalves analiza el desarrollo pionero que dio lugar al trijet de Boeing.

Boeing comenzó los estudios técnicos de su 727 en forma de trijet a finales de 1959. Uno de los objetivos del nuevo avión era mejorar y hacer más seguro su rendimiento en los aeropuertos, lo que le permitiría operar en muchos lugares del mundo y llevar a los pasajeros a lugares que antes eran atendidos por los antiguos tipos con motor de pistón. Para ello era necesario dotar al avión de nuevas tecnologías, dispositivos y sistemas que garantizaran una elevada velocidad de ascenso y descenso, permitiendo realizar varios trayectos cortos o medios de forma eficaz y económica.
El Boeing 727, tal y como pretendía el equipo del director del proyecto , Jack Steiner (ver panel), utilizaría la misma sección delantera del fuselaje y de la cabina que el Boeing 707, pero como estaba diseñado para su uso en aeropuertos más pequeños, tendría una estructura totalmente diferente desde el ala hasta la cola.