El proceso penal se centra en la "conducta fraudulenta y engañosa" de dos ex empleados
El gigante aeronáutico estadounidense Boeing ha sido multado con 2.500 millones de dólares por el Departamento de Justicia (DOJ) para resolver una acusación de fraude penal relacionada con la evaluación inicial de sus aviones 737 MAX por parte de la Administración Federal de Aviación (FAA).
La empresa fue acusada de un cargo de conspiración para defraudar a los Estados Unidos, según la información penal presentada en el Distrito Norte de Texas.
La empresa, con sede en Chicago, ha suscrito un acuerdo de enjuiciamiento diferido (DPA), en virtud del cual debe pagar una sanción monetaria penal de 243,6 millones de dólares.
El saldo restante comprende 1.770 millones de dólares a los clientes de las aerolíneas y la creación de un fondo de 500 millones de dólares para los beneficiarios de las víctimas de los accidentes, parte de los cuales ya se han pagado.
Los accidentes del vuelo 610 de Lion Air y del vuelo 302 de Ethiopian Airlines revelaron "una conducta fraudulenta y engañosa por parte de los empleados de uno de los principales fabricantes de aviones comerciales del mundo", dijo David Burns, fiscal general adjunto en funciones de la división penal del Departamento de Justicia.
"Los empleados de Boeing eligieron el camino del beneficio por encima de la franqueza al ocultar información material a la FAA en relación con el funcionamiento de su avión 737 MAX y participar en un esfuerzo por encubrir su engaño", añadió.
En respuesta, un comunicado de Boeing dijo que el acuerdo se basa en la conducta de dos ex empleados y su "incumplimiento intencional de informar al Grupo de Evaluación de Aeronaves de la FAA (AEG), el grupo dentro de la FAA responsable de hacer las determinaciones de formación de los pilotos, sobre los cambios en el Sistema de Aumento de las Características de Maniobra (MCAS)".
"Como resultado de esta conducta, el acuerdo establece que el AEG de la FAA no estaba completamente informado sobre el rango operativo ampliado del MCAS cuando hizo sus determinaciones de entrenamiento para el MAX", añadió Boeing.
David Calhoun, presidente y consejero delegado del fabricante, comentó: "Esta resolución es un serio recordatorio para todos nosotros de lo crítica que es nuestra obligación de transparencia con los reguladores, y de las consecuencias a las que puede enfrentarse nuestra compañía si cualquiera de nosotros no cumple con esas expectativas."
Tras un periodo de inmovilización de 20 meses,la FAA autorizó la vuelta al servicio de los aviones el 18 de noviembre del año pasado, cuando levantó una orden puesta en marcha en marzo de 2019.
Desde entonces, las compañías aéreas han comenzado a realizar los trabajos necesarios para que sus aviones vuelvan a estar en servicio. El 9 de diciembre, la brasileña GOL Airlines se convirtió en la primera del mundo en reanudar los vuelos con el tipo.