Construir el rayo

Aunque pilotos intrépidos como Roland "Bee" Beamont forman parte del folclore de los relámpagos, no hay que olvidar el papel desempeñado por hombres como Mike Hardman, que construyeron y probaron las poderosas máquinas de la Guerra Fría.

Una semana de estimulante curso de vuelo a vela en Hawkinge, Kent, fue coronada por el cadete del Cuerpo de Entrenamiento Aéreo Mike Hardman, que obtuvo sus "alas". Pero aún le quedaban más emociones cuando volviera a casa. Mike se sorprendió cuando su madre le dijo: "Tendrás que acostarte pronto, mañana empiezas a trabajar en English Electric a las 7.30".

Ese verano, en 1956, había completado un curso básico de ingeniería de un año en el Blackpool Technical College, en Lancashire. Este curso incluía visitas a fábricas locales, y Mike quedó impresionado con la planta de Hawker en Squires Gate, Blackpool: "Era maravillosa, magníficamente organizada".

En el cobertizo de vuelo se encontraban los últimos cuatro Hunters para la RAF, con su camuflaje bellamente pulido, a la espera de ser recogidos. En la línea de montaje final había un lote para la Fuerza Aérea Sueca, además de unos cuantos en el taller de reparaciones, pero poco más. Mike llegó a la conclusión, a regañadientes, de que el futuro de la fábrica no parecía prometedor, y dijo a sus padres que, en su lugar, solicitaría ser aprendiz de montador de aviones en la fábrica English Electric (EE) de Strand Road, en la cercana Preston.

Tras ese c

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