Del sueño a la realidad

Ambicioso. Ninguna palabra describe mejor el inicio del programa del 787 Dreamliner, ya que Boeing pretendía subcontratar la fabricación a contratistas de todo el mundo, al tiempo que creaba una segunda línea de producción a miles de kilómetros de casa.

Conviértase en miembro Premium para leer más

Este es un artículo Premium y requiere una suscripción activa a Key.Aero para poder verlo. También puede acceder a él si está suscrito a una de nuestras revistas de Key Publishing.

¡Soy un miembro existente, regístreme!

No tengo una suscripción...

¿Por qué no se une a nuestra comunidad de entusiastas de la aviación? Elija una de nuestras ofertas de introducción y acceda a una gran cantidad de contenido de aviación de primera clase.