Incluso antes de la crisis del COVID-19, los responsables de Heathrow se enfrentaban a una serie de problemas de gran repercusión. El mayor de ellos, su controvertido plan de construir una tercera pista, fue declarado ilegal en febrero. Mark Broadbent analiza el último revés de la saga aeroportuaria británica, que dura ya varias décadas.
Un veredicto histórico del Tribunal de Apelación dictaminó a finales de febrero de 2020 que la decisión del gobierno británico de ampliar Londres/Heathrow con una tercera pista era ilegal porque no cumplía los compromisos del país en materia de cambio climático. El Secretario de Transporte, Grant Shapps, dijo que el Gobierno revisaría su próxima medida, pero que no recurriría la sentencia. Sin embargo, Heathrow Ltd ha prometido impugnar la sentencia, renovando la incertidumbre sobre cómo y cuándo puede resolverse la creciente batalla por la capacidad del espacio aéreo.
En 2016, el Gobierno británico aceptó la recomendación de la Comisión de Aeropuertos de construir una tercera pista en Heathrow. Dos años después, los diputados votaron abrumadoramente -por 415 votos a favor y 119 en contra- a favor de la propuesta, pero su decisión se ha topado con una fuerte resisten…
