La unidad disparó un total de 28 misiles aire-aire, valorados en más de 14 millones de dólares, mientras se encontraba en la Base Aérea de Tyndall (Florida) en septiembre para el Programa de Evaluación del Sistema de Armas (WSEP) 22-12. La unidad también practicó el disparo del M61A2 Vulcan del F-22 -un cañón rotativo de seis cañones y 20 mm- y sistemas avanzados de tiro.
Estos números los convierten en la unidad más exitosa que ha asistido a un WSEP. El récord anterior lo consiguió el 90º FS de la Base Conjunta Elmendorf-Richardson en Alaska en 2014, cuando la unidad empleó 22 misiles aire-aire del F-22.
Un WSEP es un ejercicio de entrenamiento formal de dos semanas de duración para poner a prueba la capacidad de una unidad tanto para armar como para emplear armamento vivo desde sus aviones durante escenarios de entrenamiento de combate aire-aire. El 94º se enfrentó a retos durante el WSEP 22-12, entre ellos, menos aviones disponibles, que fueron ocho F-22 Raptors, menos personal y múltiples pilotos que disparaban por primera vez, pero aun así batieron el récord anterior.
"Básicamente le dice a la Fuerza Aérea que nuestra unidad está preparada para desplegar y, si nos despliegan, lo bien que nos desempeñamos en comparación con otros escuadrones", dijo el sargento Edgar Báez-López, artesano de sistemas de armamento de aeronaves del 94º Escuadrón de Generación de Cazas (FGS).
El 94º FGS acompañó al 94º FS durante el WSEP 22-12. Se trata de una nueva unidad que fue puesta en marcha en junio de 2022 por la 1ª FW. Tiene la responsabilidad de complementar a la 94ª FS mediante la realización de mantenimiento a nivel de escuadrón y controla los recursos y las prioridades en la empresa. La unidad está compuesta en su mayoría por mantenedores que se aseguran de que las aeronaves de la unidad estén listas para cualquier escenario.