Las oportunidades en la aviación histórica no son mucho más privilegiadas. Ser piloto jefe de la Shuttleworth Collection conlleva unas exigencias únicas y un sentido de la responsabilidad muy particular, dado que la flota con sede en Old Warden acoge muchas de las "joyas de la corona" del patrimonio aeronáutico británico. Supervisar todo el proceso que rodea a su vuelo, desde la selección del personal adecuado hasta la gestión de los procedimientos y la garantía de vigencia, no es algo que deba tomarse a la ligera. Pero es enormemente gratificante.
Esto y mucho más ha descubierto Paul Stone desde que asumió el cargo a finales de 2018. El antiguo piloto de Sea Harrier de la Royal Navy y piloto de pruebas de BAE Systems llevaba más de 20 años en Old Warden cuando asumió el puesto de jefe de pilotos de 'Dodge' Bailey, por lo que conocía muy bien lo que hace único a Shuttleworth. La naturaleza de la tarea significa que siempre hay mucho que hacer en el presente, especialmente durante la ajetreada temporada de exhibición. Pero también hay que tener una visión a más largo plazo, asegurando que la colección siga siendo capaz de cumplir su cometido operando sus aviones de forma segura y adecuada durante muchos años. Esto es algo que tiene muy presente Paul.
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