A lo largo de la última década, la Armada india se ha embarcado en una misión para modernizar las capacidades de su fuerza de cazas basados en portaaviones, un movimiento que finalmente habrá hecho que el brazo aeronaval opere con tres plataformas muy diferentes de distintos descensos en un periodo aproximado de diez años. Hasta marzo de 2016, la columna vertebral de la capacidad de cazas con base en portaaviones de la India la proporcionaba una flota envejecida de 23 cazas monoplaza Sea Harrier FRS.51 de British Aerospace (BAe) configurados para el despegue y aterrizaje vertical (VTOL) -complementados por seis cazas Harrier T.60 de dos plazas- que entraron en servicio operativo en marzo de 1984.
Para sustituir al Harrier en el servicio de la Armada india, el país cambió esencialmente un caza de la época de la Guerra Fría por otro con la adquisición de 36 cazas monoplaza Mikoyan-Gurevich MiG-29K Fulcrum-D y nueve cazas biplaza MiG-29KUB Fulcrum-D.
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