Volar deliberadamente hacia un avión enemigo puede parecer desesperado, pero la táctica se remonta a los primeros días de la aviación militar. Malcolm V Lowe examina este aspecto del combate aéreo
La embestida aérea, el acto de destruir la aeronave del adversario con la propia con el objetivo de sobrevivir a la acción, es completamente independiente del concepto de ataques suicidas. Se trata de un uso improvisado de aviones de combate convencionales, aunque los fabricantes intentaron crear un avión de embestida diseñado especialmente para ello, pero ninguno de ellos llegó a estar en primera línea. La táctica se utilizó por primera vez durante la Primera Guerra Mundial. El 8 de septiembre de 1914, el piloto del Servicio Aéreo Imperial Ruso Pyotr Nesterov embistió un Albatros austro-húngaro (KuK Luftfahrtruppen), derribándolo. Sin embargo, Nesterov murió en la acción.