Dene Bebbington detalla el Bristol Beaufighter, uno de los cazas más armados de la Segunda Guerra Mundial

Durante la década de 1930, el monoplano había empezado a sustituir a los biplanos y el Ministerio del Aire requería cazas con más armamento. En 1937, se solicitó un caza con cañones (F11/37). A pesar de las propuestas de aviones presentadas por la Bristol Aeroplane Company (BAC), ninguna fue aceptada. Las tensiones con Alemania aumentaban, pero en 1938 Gran Bretaña todavía no tenía un caza equipado con cañones o que pudiera operar de noche.
Un diseño posterior propuesto por BAC se basaba en una conversión del bombardero torpedero Bristol Beaufort (la designación del fabricante era Tipo 152).
El 23 de diciembre de 1938, la propuesta -que acabó convirtiéndose en el Beaufighter (Tipo 156)- fue presentada al Mariscal del Aire Sir Wilfrid Freeman en su calidad de Miembro del Aire para la Investigación y el Desarrollo. La idea de Bristol dio sus frutos, sobre todo porque afirmó que los aviones de prueba podrían estar disponibles en un plazo de seis a ocho meses desde que se hiciera el pedido. La empresa pretendía utilizar las mismas plantillas que para el Beaufort para producir la mayor parte de la estructura del Beaufighter: alas, fuselaje trasero y unidad de cola.