El majestuoso despacho del presidente de Emirates Airline, Sir Tim Clark, hace honor a su gran título. Situado en la última planta de la enorme sede de la aerolínea junto al aeropuerto internacional de Dubai, se encuentra en un complejo tan amplio que tiene su propia estación de metro. Aunque el tamaño y el interior del despacho de Sir Tim son claramente adecuados para cualquier presidente de empresa, el jefe de la aviación no ha perdido el contacto con su pasión principal ni con sus compañeros. De hecho, es uno de los pocos jefes a los que otros ejecutivos de aerolíneas piden selfies cuando asisten a cumbres y conferencias mundiales.
¿Por qué? Sencillamente, porque Sir Tim es una leyenda de las aerolíneas. Se incorporó a la industria en 1972 y más tarde desempeñó un papel decisivo en el crecimiento de Emirates, que pasó de ser una empresa emergente de dos aviones en 1985 -en la que él ya estaba a bordo como planificador- a convertirse en la mayor compañía aérea internacional del mundo.
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