Analizamos en detalle las asombrosas capacidades de los cazas furtivos de quinta generación insignia de la USAF, el Lockheed Martin F-22 Raptor y el F-35 Lightning II, comparando los puntos fuertes contrastados de las aeronaves del ejército del aire.
El Lockheed Martin F-22A Raptor, a menudo calificado como el avión de combate de mayor dominio aéreo del mundo, es muy popular en todo el mundo desde hace muchos años. Con una combinación de sigilo, velocidad, agilidad y conocimiento de la situación, el avión se ha convertido en el principal caza de superioridad aérea de la Fuerza Aérea de Estados Unidos (USAF). Aunque no puede igualar esta hazaña y tiene deficiencias en comparación, el F-35 también cubre las lagunas que el F-22 no puede, al estar diseñado como una verdadera plataforma polivalente. El elevado coste del Raptor llevó a EE.UU. a dar prioridad a la producción del Lightning II, ya que tiene unos costes de producción y operativos significativamente más bajos y cuenta con unas capacidades más amplias para combatir objetivos terrestres y marítimos. El ejército estadounidense tiene previsto fabricar el F-35 hasta 2037 y ha optado por dejar de producir el F-22, del que se entregó el 187º y último ejemplar a la USAF en 2012.
