El ACE tiene por objeto permitir a las fuerzas estadounidenses operar desde ubicaciones más dispersas, incluso donde no haya mucha infraestructura establecida o ante un entorno disputado, y es una respuesta a la rápida evolución y cambio de la amenaza en la región Indo-Pacífica. La creciente actividad militar de China en los mares de China Meridional y Oriental y su estrategia de denegación de acceso a la zona (A2AD) han hecho cada vez más insostenible la dependencia de EE.UU. de grandes bases fijas a lo largo de la primera cadena de islas (que incluye Japón y Okinawa) e incluso de la segunda cadena de islas (que incluye Guam) y hacen problemático el mantenimiento de la superioridad aérea (por no hablar del dominio aéreo).

La postura cada vez más agresiva de Corea del Norte respecto a los misiles balísticos y la actividad de la aviación rusa de largo alcance en la región complican aún más el panorama. Una respuesta consiste en desplegarse en lugares más pequeños y menos predecibles, aunque naturalmente esto supone una mayor carga para la infraestructura logística y de mando y control existente, exigiendo una mayor agilidad y capacidad de respuesta, y -en algunos casos- un uso más inteligente del material preposicionado.
Para el Northern Edge 23-2, las fuerzas estadounidenses se desplegaron desde la base aérea de Kadena, en Okinawa, la llamada "piedra angular del Pacífico", aunque los más de 5.000 efectivos, 90 cazas y 20 aviones cisterna implicados operaron en realidad desde diez emplazamientos repartidos por toda la región, al tiempo que se enfrentaban a retos de interoperatividad en operaciones conjuntas, multinacionales y multidominio.
El personal se desplegó en distintos lugares, a menudo con poco más que una mochila y un saco de dormir, operando con menos medios de los que podrían tener en una base más grande y establecida. La fuerza llevó a cabo operaciones distribuidas a través de un núcleo centralizado en Kadena y radios dispersos en (por ejemplo) las bases aéreas japonesas de Hyakuri y Tsuiki, validando nuevas tácticas, técnicas y procedimientos. El objetivo era demostrar una mayor agilidad para adelantarse a las acciones del adversario y complicar sus ciclos de selección de objetivos mediante movimientos rápidos en una amplia zona, y operar con los socios como una fuerza colectiva verdaderamente interoperativa, conjunta y multinacional.