Estados Unidos está a la cabeza de las principales potencias militares en la batalla por la superioridad en el espacio, dice Tim Fish

Una carrera armamentística no declarada está en marcha en el ámbito espacial, donde en los últimos años se han ensayado capacidades para neutralizar o destruir redes de satélites mediante sistemas antisatélites (ASAT) como forma de amenazar a los rivales y para disuadir de una acción militar.
Muchos países utilizan satélites, pero Estados Unidos está a la cabeza en cuanto a su dependencia de los activos basados en el espacio para proporcionarle una amplia gama de capacidades de defensa. Estas incluyen las comunicaciones, la vigilancia, la detección y el seguimiento de los lanzamientos de misiles balísticos y la navegación y el guiado de las armas de precisión, entre otras.