La dependencia del Reino Unido de su industria aeroespacial para garantizar las exportaciones de defensa se ha puesto de manifiesto en un informe de UK Defence and Security Exports (UKDSE), que a su vez forma parte del Departamento de Comercio Internacional, en el que se detalla que el 91% del valor combinado de pedidos o contratos entre 2011 y 2020 procede del sector.
A lo largo de la última década, el informe afirmaba que el Reino Unido se había asegurado una serie de contratos aeroespaciales clave, como la venta de aviones Eurofighter Typhoon a Kuwait, Qatar, Arabia Saudí y Omán, país este último que también adquirió el avión de entrenamiento Hawk. Además, el sector aeroespacial del Reino Unido contribuye al programa de aviones de combate furtivos F-35 Lightning II, que ha alcanzado un éxito considerable en el mercado mundial.