C-130H de diseño especial para el centenario de los "Flying Yankees" de la US ANG

Los "Flying Yankees" de la 103ª Ala de Transporte Aéreo (AW) de la Guardia Nacional Aérea de Connecticut presentaron el 5 de febrero un Lockheed C-130H Hércules con un esquema de pintura conmemorativo del centenario del ala, que se celebrará este año.

La librea recién aplicada, que luce el C-130H (serie 93-1456), celebra la historia del 118º Escuadrón de Transporte Aéreo -que comparte el mismo apodo que su ala matriz- y muestra su linaje en la Primera y la Segunda Guerra Mundial. La reconstitución del escuadrón como unidad de la Guardia Nacional se produjo en 1923, situándolo entre los primeros 29 Escuadrones de Observación de la Guardia, antes de ser asignado al estado de Connecticut.

Lockheed C-130H Hercules (serial 93-1456) of the 118th AS 'Flying Yankees' is seen on the ground at Bradley ANGB, sporting its new commemorative livery to celebrate the 100th anniversary of the 103rd AW as dawn breaks over Connecticut on January 18, 2023.
Lockheed C-130H Hercules (serial 93-1456) of the 118th AS 'Flying Yankees' is seen on the ground at Bradley ANGB, sporting its new commemorative livery to celebrate the 100th anniversary of the 103rd AW as dawn breaks over Connecticut on January 18, 2023. US ANG/103rd AW

Así pues, la unidad influyó en el desarrollo del ANG actual. El C-130H representa este hecho, ya que el emblema original de la unidad está estampado en su cola, mientras que los rayos son una representación del parche actual del escuadrón y de las marcas que llevaban los Mustang P-51 pilotados por el 118º Escuadrón de Caza durante la Segunda Guerra Mundial.

En 2021, el 103º AW obtuvo la máxima calificación en la inspección de eficacia de la unidad. A lo largo de 2022, la 103.ª participó en varias misiones, entre ellas el ejercicio Swift Response, cuyo objetivo era preparar a Estados Unidos para enfrentarse a adversarios cercanos y que tuvo lugar a la sombra de la guerra de Ucrania. Además, el ala desplegó un paquete de aviación en el Cuerno de África, donde voló 643 horas en más de 100 misiones de combate.

Este despliegue apoyó los intereses aliados en la región, entregando personal, carga y transportando combustible. Durante este despliegue, la unidad encabezó una técnica de "alas mojadas" para entregar puestos avanzados de combate en zonas disputadas, incluidas Somalia y Kenia, que descargaba rápidamente el combustible de la aeronave en vejigas directamente desde las alas del C-130H, con los motores de la aeronave aún en marcha.