
En la mañana del 20 de noviembre de 1936, un De Havilland DH90 Dragonfly llamado San Alberto despegó del aeródromo de Melilla con destino a Salto. De este modo, inició las operaciones de Primeras Líneas Uruguayas de Navegación Aérea (PLUNA) y realizó el primer vuelo comercial en Uruguay. Ideada por dos hermanos, Alberto y Jorge Márquez Vaeza, la aerolínea operó durante 76 años, hasta julio de 2012. Su cierre se produjo de forma abrupta y en medio de la polémica, asestando un duro golpe a la sociedad uruguaya.
Cuatro años después, Santiago Vicente, un joven estudiante universitario y entusiasta de la aviación, creó Memorias de PLUNA en un esfuerzo por conservar y preservar el legado de la aerolínea y su huella en el país. "Comenzó con una página web y redes sociales, donde compartía material histórico de PLUNA, fotos y anuncios antiguos", explica Santiago. "Me sorprendió la falta de información sobre la flota de la aerolínea, su historia y su relevancia cultural en Uruguay. Todo se centraba en su problemático cierre".
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