Múnich crea un "bosque climático

El aeropuerto de Múnich, en Baviera, ha puesto en marcha su último proyecto deproyecto de compensación de carbono, 1.900 hectáreas de bosque en el este del estado alemán.

El aeropuerto de Múnich pone en marcha un proyecto único de protección del clima a largo plazo. El aeropuerto ha llegado a un acuerdo con la Administración Forestal Conde von Arco para convertir los bosques existentes en el este de Baviera en "bosques climáticos", para el almacenamiento de dióxido de carbono. El proyecto fue presentado al público en el Parque de Visitantes del Aeropuerto de Múnich por el Ministro de Finanzas bávaro y presidente del Consejo de Supervisión del Aeropuerto de Múnich, Albert Füracker, el Director General del Aeropuerto de Múnich, Jost Lammers, y Max-Georg Graf von Arco auf Valley.

Lammers dijo: "El bosque climático es un paso importante hacia nuestro objetivo de que el aeropuerto de Múnich funcione con neutralidad de carbono a más tardar en 2030. Estamos especialmente satisfechos de haber podido poner en marcha un proyecto de compensación de carbono tan grande a tan poca distancia de nuestro aeropuerto".

El plan del aeropuerto consiste en utilizar medidas técnicas para reducir, al menos en un 60%, las emisiones de CO2 sobre las que puede influir. El 40% restante se compensará a través de proyectos adecuados situados en la región, si es posible.

El nuevo bosque climático es un componente central de esta compensación de carbono planificada. Una vez terminado, el bosque se optimizará de manera que los árboles puedan almacenar la mayor cantidad de CO2 posible. El número de árboles plantados aquí también aumentará considerablemente, creando un bosque mixto que podrá capturar más de 7.000 toneladas métricas de CO2 al año, aproximadamente un tercio más que los bosques comerciales estándar. El aeropuerto utilizará este "extra" para la compensación de carbono. Se capturarán unas 90.000 toneladas métricas de CO2 durante el plazo inicial del proyecto, que es de 30 años.

La edad media de los árboles pasará de 65 a 75 años. Los árboles retirados se utilizarán principalmente como madera para la construcción o el mobiliario, para que el CO2 permanezca capturado el mayor tiempo posible. El crecimiento de la madera en el bosque climático se controlará constantemente y se calculará sobre la base de inventarios forestales realizados cada diez años. La acumulación de CO2 se calculará mediante una herramienta de contabilidad del Consejo Forestal Alemán (DFWR), desarrollada por la Universidad de Göttingen junto con el Instituto Johann Heinrich von Thünen. La supervisión científica del proyecto corre a cargo de la Universidad de Friburgo. El aeropuerto de Múnich también cuenta con el apoyo de la empresa consultora ClimatePartner.

El terreno para el bosque ha sido facilitado por la Administración Forestal Conde von Arco y el aeropuerto invertirá unos 2,5 millones de euros en el proyecto.