El Mosquito participó en algunos de los más famosos y audaces ataques de precisión a baja altura durante la Segunda Guerra Mundial. Malcolm V Lowe cuenta la historia
El Mosquito, con un excelente rendimiento general, se convirtió en un caballo de batalla para muchas tareas diversas durante la Segunda Guerra Mundial. Una de ellas fue la de realizar ataques diurnos a baja altura contra objetivos específicos en la Europa ocupada. La admirable velocidad y maniobrabilidad del Mosquito a baja altura, junto con su capacidad de transportar una útil carga de bombas a distancias considerables, lo convirtieron en el cazabombardero ideal para este tipo de objetivos de alto valor. De hecho, el Mosquito demostró ser un avión de guerra mucho mejor y más potente que los tipos de aviones a los que sustituyó en esta función, especialmente el Bristol Blenheim.