Después de más de dos años de demanda moderada, los aeropuertos del Reino Unido están luchando para hacer frente a un fuerte aumento del número de pasajeros. Una mezcla embriagadora de factores ha creado un complicado cóctel de caos para los jefes de los aeropuertos. Enpocas palabras, esto no es una piña colada de vacaciones.