Tom Batchelor echa un vistazo al mundo de las tiendas de los aeropuertos, que siguen dando beneficios a los minoristas.
Desde catas de whisky hasta muestras de fragancias o piruletas, los eventos temporales de venta al por menor o de marketing experiencial en forma de tiendas pop-up en los aeropuertos son una "gran manera de llegar a una base de clientes internacionales sin tener que salir de la pista", afirma Linda Farha, directora de Pop-Up Go, que ayuda a las marcas a crear alquileres memorables de corta duración. "Esto no sólo es estupendo para la exposición de la marca, sino también para llevar a cabo estudios de mercado, con lo que se educa a las marcas sobre cómo tomar eficazmente lasdecisionescomerciales claverelacionadas con las oportunidades de expansión, tanto locales como internacionales".