El 7 de enero de 1942, la variante naval de uno de los aviones británicos más famosos de todos los tiempos realizó su primer vuelo. El Vickers Supermarine Seafire fue una respuesta urgente a la necesidad de desarrollar un avión de combate de alto rendimiento basado en portaaviones. ¿Y qué mejor idea que desarrollar una variante naval de los cazas más queridos del mundo?
El Almirantazgo se interesó por primera vez en la idea de un Spitfire embarcado en un portaaviones en mayo de 1938, cuando Richard Fairey, de Fairey Aviation, propuso que su empresa podría diseñar y construir un avión de este tipo.Al igual que el Hawker Sea Fury, el Vickers Supermarine Seafire fue adaptado para operar desde portaaviones. Sin embargo, los poderes fácticos no siempre aprobaron la idea de dedicar tiempo al desarrollo de otra variante de avión naval. Más bien, muchos eran partidarios de dar prioridad a la producción máxima de Spitfires con base en tierra debido a su considerable demanda, a pesar de la necesidad imperiosa de sustituir varios aviones obsoletos que estaban en funcionamiento en el Fleet Air Arm. No obstante, el concepto se propuso continuamente y la variante resultante fue el Vickers Supermarine Seafire.
