Si tienes una agencia de diseño y publicidad y la creatividad es tu actividad diaria, tienes que encontrar una forma innovadora de destacar entre la multitud. Eso es exactamente lo que Flemming Kok tenía en mente en 2003 cuando empezó a buscar algo "grande". Su idea inicial era adquirir un Boeing 747: la Reina de los Cielos no sólo sería una gran declaración, sino que también tendría espacio suficiente para alojar cómodamente a su empresa y a su personal. Sin embargo, el gran tamaño del avión presentaba sus propios problemas logísticos, como explicó Kok a Airliner World: "Los puentes de las autopistas aquí en Dinamarca son simplemente demasiado bajos para que un casco de 747 pase por debajo en una góndola".
Con la intención de cerrar la venta, un concesionario de aviones de EE.UU. llegó a sugerir a Kok que construyera una pista temporal junto a la sede de su empresa en las afueras de Aarhus y que llevara el avión hasta allí. Pero esta idea no era factible, así que el danés se centró en algo más práctico.
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