Para el piloto francés de aviones de guerra Frédéric Akary, la adquisición de un Canadair Sabre no sólo supuso el regreso de un ejemplar de este famoso caza a la escena europea, sino también la culminación de una conmovedora historia personal

Las cifras cuentan su propia historia. Con casi 9.800 ejemplares de todas las versiones producidos para 35 países, el F-86 Sabre norteamericano es el caza a reacción más prolífico del mundo occidental. Si se añaden los FJ-2 y FJ-3 Fury navales, el total supera los 10.000. En todos los aspectos, su éxito fue notable. No es de extrañar que el Sabre sea un ave de guerra tan codiciada, y que muchos de ellos sigan volando en Estados Unidos, y no sólo los fabricados en Norteamérica. De hecho, las versiones construidas por Canadair son especialmente apreciadas por sus cualidades.