Un vuelo de aceptación es crucial para los clientes de las aerolíneas que compran aviones nuevos, ya que proporciona la última serie de comprobaciones antes de la entrega. Antes de COVID-19, Vasco García experimentó el proceso de pruebas de primera mano a bordo del 16º Airbus A350 de Lufthansa.
La demanda de rotaciones inaugurales y de jubilación es muy apreciada por los aficionados a la aviación de todo el mundo. Los vuelos de aceptación son aún más raros y casi siempre exclusivos para el personal del fabricante y de la compañía aérea junto con los representantes de los medios de comunicación.