El sector del petróleo y el gas en alta mar se enfrenta a tiempos cada vez más turbulentos, pero algo que permanece constante, según Tom Bat chelor, es su dependencia del helicóptero

Con la subida de los precios del petróleo y el gas provocada por la invasión de Ucrania por parte de Rusia, que ha causado una gran incertidumbre en el mercado, además de una importante feria comercial en Texas en forma de HELI-EXPO 2022 de la Asociación Internacional de Helicópteros (HAI), el mes de marzo ha sido muy ajetreado para los operadores de helicópteros del sector energético.
El mercado mundial de helicópteros en alta mar, que da servicio a cientos de yacimientos de petróleo y gas desde el Golfo de México hasta el Mar del Norte y desde la bahía de Bohai, frente a la costa de China, hasta el Mediterráneo oriental, se valoró en 2.513 millones de dólares en 2018, y se prevé que alcance los 3.227 millones de dólares en 2026, según un informe de mercado de 2020 elaborado por Fortune Business Insights. Desde el transporte de personal hasta la entrega de suministros y la inspección y supervisión de las plataformas, los helicópteros desempeñan una función vital y, en ocasiones, salvadora. La exploración de yacimientos petrolíferos sin explotar y la expansión de las energías renovables, como los parques eólicos marinos, no han hecho más que reforzar la necesidad de una flota de helicópteros fiable y capaz de operar en las condiciones de vuelo más difíciles.