En 2019, el FMA IA-58 Pucará cumplirá 50 años desde su primer vuelo. Irónicamente, este robusto avión de apoyo aéreo cercano podría no alcanzar ese hito, ya que su último operador se prepara para volar las últimas misiones del tipo.

EL CRECIMIENTO de las facciones guerrilleras comunistas en toda América Latina, así como en África y Asia, llevó a la Fuerza Aérea Argentina (FAA) a evaluar un nuevo avión de contrainsurgencia en colaboración con el fabricante nacional Fábrica Militar de Aviones (FMA). No se trataba sólo de satisfacer una necesidad autóctona, sino también de una exportación más amplia para hacer frente a la amenaza en evolución. Los diseños iniciales eran para un pequeño avión monomotor, y pronto se convirtieron en una propuesta que era externamente muy similar al Rockwell OV-10 Bronco. Después de que un modelo de prueba de concepto, construido con el apoyo del ingeniero alemán Reimar Horten, fuera sometido a pruebas de vuelo en 1967, surgió la confianza para seguir adelante con un prototipo. El primer IA-58 Pucará (que significa fortaleza) realizó su vuelo inaugural el 20 de agosto de 1969, impulsado por un par de motores Garrett TPE331-O3H-U303. Posteriormente fueron sustituidos por dos motores Turbomeca Astazou XVIG de mayor potencia.
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