FlyZero aspira a conseguir un transporte aéreo con cero emisiones de carbono para el final de la década. Tom Batchelor analiza los primeros días de la iniciativa
Desde el combustible ecológico hasta la compensación de emisiones, la apuesta por los vuelos sin emisiones de carbono ha dado lugar a una serie de estrategias para reducir los gases de efecto invernadero y mantener los aviones en el aire. El Reino Unido quiere estar a la vanguardia del transporte sostenible, por lo que un nuevo programa respaldado por el gobierno británico, denominado FlyZero, pretende ofrecer una vía para volar de forma respetuosa con el planeta.
Lanzado el año pasado, en pleno apogeo de la pandemia, y dirigido por el Instituto de Tecnología Aeroespacial (ATI), el proyecto se estableció para encontrar alternativas al combustible Jet A-1 para los aviones comerciales a finales de la década.
Un equipo de expertos reunidos en todo el Reino Unido -desde el norte de Escocia hasta la Isla de Wight- ha estado trabajando en una serie de documentos que se publicarán en marzo, y en los que participan multinacionales relacionadas con todo tipo de actividades, desde el diseño de motores hasta el control del tráfico aéreo. Los ingenieros de FlyZero han tratado de establecer el camino más viable hacia unos vuelosmás sostenibles , desde los planos de los nuevos fuselajes hasta la reconfiguración de la infraestructura terrestre.