A menudo se dice que no se puede detener el progreso, y eso es lo que ocurre en la aviación comercial, donde las aerolíneas, preocupadas por los costes, siguen adoptando tecnologías innovadoras para que el transporte de pasajeros sea más ecológico y eficiente. No es nada malo: viajar en avión es más asequible que nunca, y los aviones de última generación repletos de innovaciones son mucho más silenciosos y pueden recorrer grandes distancias consumiendo apenas una fracción del combustible de sus predecesores.
Pero a pesar de todos