La única misión de los Boulton Paul Defiant del escuadrón 141 durante la Batalla de Inglaterra acabó en desastre.
Al leer algunos relatos de 1940, uno podría pensar que el Mando de Cazas de la RAF tenía una nueva arma maravillosa en el Boulton Paul Defiant. En general, la sabiduría popular, con el beneficio de la retrospectiva, dice que el caza biplaza fue un fracaso estrepitoso, y que el concepto de "bombardero destructor" resultó ser fatalmente erróneo. Fue la experiencia del escuadrón 141 la que, por encima de todo, lo confirmó.