El comienzo...
Como le dirá cualquier constructor de cabinas caseras, una empresa de este tipo nunca está terminada. Desde el cambio de un solo interruptor o LED hasta la revisión completa de toda la estructura, siempre existe ese reto de hacerlo mejor (y posiblemente más realista de lo que era antes). De hecho, desde la emoción de conseguir que un par de interruptores funcionen con el simulador elegido hasta la instalación bastante compleja de los paneles superiores del 737, es sólo el siguiente paso en el desarrollo. Por ejemplo, recuerdo que estaba perfectamente satisfecho con los paneles de radio que compré a un proveedor hace algunos años, pero desde entonces los he sustituido por paneles mucho más detallados y retroiluminados que he hecho yo mismo. Sin embargo, me estoy adelantando un poco, ya abordaré ese tema en otra entrega.
Cómo empezó todo: ¡la culpa es del editor!