La aerolínea de bandera kiwi desvela sus planes a largo plazo para su plantilla mientras sigue haciendo frente al impacto de la pandemia
Air New Zealand continúa con su estrategia de simplificación de la flota, ya que la compañía expuso su visión a largo plazo de los cambios en su plantilla durante sus resultados anuales de la semana pasada.
La compañía neozelandesa espera operar sólo dos tipos de aviones para 2027, que incluyen el Boeing 787 y el Airbus A320. Esto significa que sus Boeing 777, de los que actualmente posee siete ejemplares, serán retirados y sustituidos por el Dreamliner.
Su flota de turbohélices -que incluye el ATR72 y el De Havilland Canada DHC-8-300- permanecerá sin cambios.
La empresa afirma que los cambios se realizan para "obtener mejores resultados en cuanto a costes operativos y gastos de capital".
La estrategia se produce tras la decisión tomada el pasado mes de septiembre de dejar en tierra toda su flota de 777 hasta al menos septiembre de este año, pero ahora se ha confirmado que el birreactor no volverá a volar a largo plazo con el operador con sede en Auckland.
Los 777 son los aviones más grandes de la flota de Air New Zealand y han operado la mayoría de las rutas de larga distancia de la compañía en los últimos 15 años.
El programa internacional de la compañía será operado por los aviones Boeing 787 Dreamliner, más eficientes en cuanto a consumo de combustible, junto con los Airbus A320 y A320/21neos para las rutas transatlánticas y a las islas del Pacífico.