Sture Friedner describe su encuentro con el condecorado aviador estadounidense Connie Edwards y reflexiona sobre la extraordinaria carrera del legendario aviador tejano y su colección de aviones.
Wilson Connell "Connie" Edwards fue un piloto que casi puede afirmar que lo ha visto todo, y su legado sigue vivo para las siguientes generaciones de aviadores y aficionados. Fue piloto en Guatemala, en la guerra civil nicaragüense y en la invasión cubana de la Bahía de Cochinos; pilotó un barco volador a través del Atlántico y, quizás lo más famoso, fue un actor clave en la película de 1969 La batalla de Inglaterra, durante la cual fue "derribado" más de 100 veces. Connie acumuló una extraordinaria colección de aviones voladores y recibió una Encomienda Real, "alas" honoríficas de la RAF y muchos otros premios.