El sorprendente traslado -que también incorpora un aumento previsto de la cadencia de producción- supone un cambio importante para la empresa, que lleva fabricando sus aviones en Europa del Este desde finales de los años sesenta.
La empresa invertirá en nuevas plantillas y herramientas para crear dos líneas de producción adicionales, modernizar la producción y descarbonizar las instalaciones con nuevas iniciativas de energía sostenible. Britten-Norman afirma que esta inversión es una preparación para el creciente interés en el Islander tras el lanzamiento previsto de una variante OEM de emisiones cero en 2026 y el interés más amplio que ha resultado de la reciente introducción de opciones de financiación y leasing para el resurgente mercado de aviones subregionales.
En los próximos meses, Britten-Norman emprenderá una campaña de contratación para seguir impulsando la creación de empleo. Se centrará en montadores y técnicos de aeronaves, ingeniería de producción y puestos en la cadena de suministro. La expansión también creará nuevas oportunidades de formación y aprendizaje en la isla de Wight y en el sur de Hampshire.
Además de aumentar la producción, la empresa invertirá en su cadena de suministro y en sus existencias de piezas de recambio para apoyar a los operadores existentes.
William Hynett, director ejecutivo de la empresa, ha declarado: "El proyecto es un gran éxito: "El proyecto es un gran éxito para la industria británica de fabricación aeronáutica. Estoy muy orgulloso de participar en este nuevo capítulo de Britten-Norman".
Britten-Norman mantendrá su sede de 34.000 pies cuadrados en Solent Airport Daedalus, donde se encuentra la línea de montaje final del Islander. El centro también ofrece servicios de reacondicionamiento de aeronaves OEM, servicios MRO EASA Parte 145, servicios de campo internacionales e integración de sistemas especializados de aviónica y misión. Como distribuidor autorizado de Garmin, la empresa ofrece servicios a la comunidad de la aviación general en general.