La biometría ha despegado más rápido en algunas regiones que en otras. Paul Willis analiza las razones de la relativa lentitud de la implantación de esta tecnología en Europa
El pasado mes de septiembre, la multinacional tecnológica francesa Thales anunció el despliegue de su puerta de control fronterizo automatizado (ABC) en tres aeropuertos españoles: Reus, Girona-Costa Brava y Tenerife Sur.
Las puertas fronterizas inteligentes, que se basan en la tecnología de reconocimiento facial, ya se han instalado en otros aeropuertos españoles este año. En febrero, Thales puso en marcha un programa piloto enel aeropuerto Adolfo SuárezMadrid-Barajas, en el que se probó una solución sin contacto de extremo a extremo mediante dispositivos móviles.
París Orly realizó una prueba similar este verano en colaboración con la aerolínea Transavia y el desarrollador tecnológico francés Idemia. Ya se han llevado a cabo programas similares en los dos principales centros de Londres (Heathrow y Gatwick) y en el aeropuerto Schiphol de Ámsterdam.
Toda esta actividad podría hacer pensar que el despliegue de la tecnología biométrica en Europa avanza a buen ritmo, y aunque es cierto, también lo es que el continente va por detrás …