Nadie podría acusarme de ser un fanático de los deportes, pero suelo hacer un pequeño esfuerzo para ver los Juegos Olímpicos. Sin embargo, cada vez me siento más atraído por los Juegos Paralímpicos. No es sólo la variedad de eventos o las extraordinarias habilidades que se muestran, sino las historias que me han cautivado. Incluso me he encontrado leyendo entrevistas con competidores sin haberlos visto competir. Tal fue el caso de David Smith, del equipo británico, ganador de la medalla de oro en boccia. Smith -conocido por algunos como el Lionel Messi de la boccia- es licenciado en ingeniería aeroespacial. Sin embargo, hace poco recordaba que "nunca fue bien recibido" por el sector cuando buscaba trabajo tras su graduación: "Así que básicamente lo dejé, pensé 'que te den' y me centré en la boccia", declaró a The Guardian.
La pérdida de la industria aeroespacial fue la ganancia de la boccia, pero plantea cuestiones sobre la actitud del sector hacia las personas con discapacidad. La industria espacial va un paso por delante. En su última convocatoria de contratación, la Agencia Espacial Europea buscó activamente a aspirantes a astronautas con discapacidades que hasta ahora hubieran impedido su participación. En la página 92 se puede leer sobre este tema.
