El editor adjunto Jamie Ewan visitó a Dave y Paul Littleton, del Proyecto de la Cabina del B-17, y nos reveló parte del legado de esta épica empresa...
"¿Qué es la vida sin un B-17?", preguntó Dave Littleton, riendo mientras hablábamos tomando un café con su hermano mayor, Paul. Dave es el fundador y la fuerza motriz del Proyecto B-17 Cockpit, con sede en Essex (Reino Unido) y, con la ayuda de Paul, lleva 22 años construyendo una "oficina" de tamaño natural del último modelo del B-17G Flying Fortress. Lo explica: "He tratado de hacerlo lo más auténtico posible para representar un 'G' que salía de la línea de producción en 1944. En realidad, empecé con un panel de instrumentos del B-24 Liberator, que teníamos en casa de nuestra madre. Luego construí un panel de un B-17... y bueno, a partir de ahí todo continuó". Paul se rió: "Mamá se volvía loca con nosotros: ¡había un panel del B-17 en un lado de la habitación y uno del B-24 en el otro!".
Conociendo a 'Sally B'
Dave me entrega una fotografía de un hombre con chaqueta de vuelo: en su brazo derecho había un parche con las palabras 'B-17 SALLY B'. Sonríe: "Llevamos la aviación en la sangre desde pequeños: nuestro padre, John, era jefe de tripulación en el Sally B y de ahí viene todo".
Paul explicó: "Papá completó su servicio nacional como electricista aéreo en la RAF y sirvió en Adén. Poco después de que el Sally B llegara a Duxford [Cambridgeshire] en marzo de 1975, conoció a Ted White, que había comprado el avión a Francia. Ted buscaba ayuda y papá, junto con su buen amigo Clive Denney, le dijo: 'Sí, ¡me apunto!'".…
